Desde hace 200 millones de años, estas huellas de dinosaurio están ahí, delante de nuestros ojos
¡Un pequeño juego para hacerse una idea del tamaño del pie de la bestia! Pauline coge un trozo de tiza y dibuja el contorno de las huellas… ¡Comparadas con nuestros propios pies, escalofríos garantizados!
No olvides borrar tu pasaje 😉
Un pequeño test sobre los dinosaurios (en el panel explicativo) nos permite poner a prueba nuestros conocimientos en familia.
Los dinosaurios fascinan a grandes y pequeños, pero ¡quién los conoce mejor!
También encontramos un geocaché, bajo una roca a nivel de la losa, detrás de unos guijarros, a la izquierda según subes por el sendero. Los dinosaurios no lo encontraron.
Saluda al plesiosaurio
Este no fue el único dinosaurio que pudimos encontrar en los alrededores de Millau y en las Grands Causses de piedra caliza y arcilla.
Imprescindible en nuestra aventura: una visita al espacio paleontológico del Museo de Millau. Recientemente renovado, este espacio alberga un increíble esqueleto completo de un elasmosaurio plesiosaurio descubierto no muy lejos de Millau, en el Circo de Tournemire hace unos treinta años.
Respondiendo al gentil nombre de Occitanosaurus Tournemirensis, este dino marino de 4 metros de largo se bañaba en las cálidas aguas del Océano Tethys que cubrían la región hace 180 millones de años.
Con su larguísimo cuello (¡alguno tenía casi 80 vértebras!) y sus 4 aletas, es una mezcla de serpiente marina y mini T-Rex… Su reconstrucción y presentación, en su forma más simple -sus huesos- es impresionante. Parece que sólo se alimentaba de pequeños peces o moluscos. Tú decides si te parece aterrador o conmovedor.