La Dourbie, que desemboca en el Tarn, se une a éste en Millau. Menos largo en términos de navegación pero más salvaje con sus acantilados en el valle superior, el Dourbie es un río famoso por la calidad de sus aguas, sobre todo entre los pescadores.
Aunque no tan concurrido como otros grandes ríos, hasta el punto de crear atascos en el río, el Tarn sigue siendo un gran río para los aficionados a las aguas bravas.